El valor de la
verdad para los cristianos
1 La existencia de
una ‘verdad objetiva’ constituye desde la
antigüedad, un tema especulativo en este mundo, donde se prefiere otorgar a ‘la verdad’ un valor relativo o
subjetivo, por considerar que puede variar según la persona, el contexto y las
circunstancias. Por este motivo, cuando Pilato preguntó a Jesús “¿Tú eres rey?” y él respondió “Para esto he nacido yo, y
por esto he venido al mundo a dar testimonio de la verdad”, Juan 18:37..38
el funcionario romano le contestó: “¿Que es la verdad?”. Pilato no pudo
comprender el sentido de estas palabras de Jesús, que se referían a la verdad
genuina y eterna, la verdad que procede de la revelación de Dios.
El apóstol Pablo afirmó
que “no
todos poseen la fe”, 2Tesalonicenses 3:2 y lo mismo puede decirse de la
verdad, puesto que ante ella, muchos cierran deliberadamente los ojos sin
importar lo evidente que resulte. Aún así ¡Cuán valiosa es la verdad que se nos
revela a través de las Escrituras! Es una verdad segura y digna de fe porque
procede de Dios, por esto es la única que puede sosegar el ánimo y ofrecer
una esperanza de felicidad y de justicia en la Tierra. Jesús, que la conocía, aseguró a sus seguidores: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará
libres”.
Juan 8:32 Y es que la verdad que viene de Dios, conforta y libera
a las personas que ponen fe en ella, de la angustia y de la inseguridad que hay
en el mundo.
2 Escribe Pablo que Jesús
le había enviado “a predicar la buena nueva y no por medio de discursos filosóficos,
para no restar valor al sacrificio de Cristo”, y reconoce que “el hablar de este
sacrificio es absurdo para los que van a perecer; pero para nosotros,
los que somos salvados, es la demostración del poder de Dios”. 1Corintios
1:17..18 Y es que lo mismo que hoy en día, también en los días de Pablo, la
verdad revelada por Dios mediante Cristo, resulta inaceptable para la clase de
sabiduría que en el mundo prevalece. Por este motivo, él advierte a los
seguidores de Jesús: “Vigilad que nadie os desvíe con sutiles razonamientos filosóficos,
inspirados en el engaño y en la tradición humana y basados en los
principios propios del mundo, no en Cristo”, Colosenses 2:8
y recordando unas palabras de Dios registradas por el profeta Isaías, dice:
"Está
escrito: ‘Haré confuso el saber de los filósofos y vacío el pensamiento de los
intelectuales’ ¿Acaso no ha hecho Dios vacía la filosofía del mundo? Y puesto
que el mundo no ha llegado a conocer a Dios por medio de su propia filosofía,
él, en su sabiduría, ha juzgado apropiado salvar a los que creen por
medio de algo que se considera absurdo: las cosas que nosotros
proclamamos … porque lo que para Dios es simple, está más allá de la
sabiduría humana y lo que para Dios es endeble, está más allá del poder humano”. 1Corintios
1:20..25
3 La persistente
propaganda y divulgación de teorías opuestas a la verdad que mediante las
Escrituras, Dios ha transmitido a los hombres, fomenta desconcierto entre la
cristiandad y promueve el egoísmo y el egocentrismo. Tal cómo se dice en la Gran Enciclopedia Larousse, la propaganda consiste en una “acción sistemática
ejercida sobre la opinión, para hacerle aceptar ciertas ideas o doctrinas … o para
conducirla a la adopción de una determinada actitud o tendencia”. Y realmente, una
sostenida propaganda que presente las verdades cómo falsedades y las falsedades
cómo verdades consolidadas, puede influir y transformar la opinión de las
personas, especialmente si favorece la cancelación de sus responsabilidades
ante el Creador. Por esta razón, Pablo recuerda a los discípulos, que Dios, “en armonía con su
generosa benignidad, nos ha dado la sabiduría y el discernimiento necesarios
para comprender su secreto sagrado, que es la disposición tomada tiempo
atrás, de que al llegar el tiempo establecido, reuniría de nuevo
todas las cosas que están en los cielos y sobre la Tierra, bajo la administración de Cristo”, Efesios 1:7 advirtiéndoles también, de
que si aceptaban cómo guía en sus vidas la filosofía humana, llegarían a ser
cómo unos niñitos “que se agitan por cualquier idea nueva, empujados de acá para allá
por el viento”,
y serían vulnerables al error y a
la manipulación de “… los hombres que proceden con falsedad y astucia”. Efesios 4:14
Los cristianos y
el mundo
4 Al acercarse el
momento de ser prendido y juzgado, Jesús oró así a su Padre: “Padre, ha llegado la
hora. Glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti, igual que le
diste autoridad sobre toda carne, para que diese vida eterna a todos los que tú
le has entregado. Porque vida eterna es esto: el que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero, y a Jesús Cristo, aquel que tú has
enviado”.
Juan 17:1..3 Luego rogó por ellos diciendo “Yo les he dado tu Palabra
pero el mundo los ha detestado porque ellos no proceden del mundo, tal como yo
no procedo del mundo. Yo no te pido que los saques del mundo si no que los
guardes del Maligno … Santifícalos con la verdad, la verdad es tu
palabra”. Y oró también en favor de todos los que hasta el momento de su
regreso, buscasen la verdad de su enseñanza; dijo: “Pero no ruego solamente
por estos si no también por los que creerán en mí por medio de su palabra, para
que todos sean uno. Lo mismo que
tú, Padre, conmigo y yo contigo, que también ellos estén con nosotros, para que
el mundo crea que tú me has enviado”. Juan 17:14..21
5 Jesús no ocultó a
sus seguidores las dificultades que tendrían que superar en defensa de la
verdad de Dios, pues les manifestó “… os entregarán a la aflicción y os matarán, y os perseguirán en todas
las naciones por causa de mi nombre”; Mateo 24:9 y también Pablo mostró con
estas palabras, lo que a partir de entonces, sucedería: “… todos los que
quieran vivir siendo fieles a Jesús Cristo serán perseguidos, mientras que los
malvados y los impostores progresarán, engañando a los demás y siendo
engañados”.
2Timoteo 3:12 Quienes persiguen y denigran a los que quieren vivir siendo
fieles a la verdad de Dios, son personas que “no han amado la verdad que les hubiese permitido
salvarse”,
y por esto, la Escritura dice que “Dios les envía un espíritu de confusión, de modo
que puedan creer la mentira y sean todos condenados por no haber creído la
verdad, experimentando placer en la injusticia”. 2Tesalonicenses 2:10..12
6 La historia
testifica el cumplimiento de estas predicciones. Los seguidores de Jesús
sufrieron duras persecuciones de parte de los judíos y de parte del imperio
romano. La verdad del propósito de Dios para los hombres fue ocultada y el
mensaje de las Escrituras, un tanto desfigurado mediante interpolaciones en el
texto. Aún así, hasta la reforma Protestante, pocas personas tenían acceso a la Biblia, y los que querían buscar la verdad, eran perseguidos, acusados de herejía y
ejecutados por las inquisiciones Católicas y más tarde, también por los
Protestantes.
En 1817 el clérigo irlandés
John R. Cotter, refiriéndose a la labor de los seguidores de Cristo,
comentó así las palabras de Jesús registradas en Mateo 24:9 “El empeño por reformar
la vida de la humanidad mediante su predicación, lejos de suscitar el
agradecimiento de las gentes, en realidad hacía que se odiara y persiguiera a
los discípulos, porque ponían al descubierto sus vicios”. Sabiendo esto, Pedro
había escrito: “… como ahora ya no corréis junto con ellos a su mismo bajo nivel de
corrupción, quedan perplejos, y hablan de vosotros injuriosamente”. 1Pedro 4:4
A pesar de todas estas
cosas, todos los que amen la verdad de Dios, deben esforzarse en seguir este
consejo de Pablo a Timoteo, “… tú persevera en las cosas que has aprendido, persiste
convencido en ellas por saber de quien las has aprendido, porque desde niño
conoces las santas Escrituras que pueden darte la sabiduría que
mediante Jesús Cristo, lleva a la salvación. Pues toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para convencer, para corregir y educar
hacia la rectitud, para que el hombre de Dios sea maduro y esté bien preparado
para cualquier obra buena”. 2Timoteo 3:13..17
Yahúh cuida de nosotros
7 Cuando Cristo
eligió a sus doce apóstoles, estableció los cimientos de aquella congregación
que Pablo designaba el “Israel de Dios” Gálatas 6:16 y la “Congregación del Dios viviente, columna
y soporte de la verdad”. 1Timoteo 3:15 Todos los que la constituían, se
consideraban “…
ayudantes de Cristo en la administración de las revelaciones divinas” y sabían que “lo que se exige a cada
uno de los administradores, es la fidelidad”. 1Corintios 4:1..2
Aquella primera
Congregación creció y se multiplicó bajo la administración apostólica, pero tal
cómo estaba anunciado y escrito, los que se consagraron o dedicaron a la
proclamación del verdadero propósito del Señor Yahúh y de su Reino, fueron con
el tiempo menospreciados y perseguidos, y tras la muerte de los apóstoles, la “Congregación” que había sido “columna y soporte de la
verdad”,
también se durmió en la muerte, desapareciendo de la faz de la tierra,
aplastada por una apostasía, que con la pretensión de ‘culturizar’ la enseñanza
pura de los apóstoles, quiso adecuarla a los postulados del platonismo para que
sus doctrinas fuesen aceptadas por la ‘sabiduría’ predominante en el mundo. A
pesar de esto, Jesús había declarado que “las puertas del hades (la sepultura) no prevalecerán sobre
ella”, Mateo
16:18 por esto, después de una parábola que se refería a su retorno, habló
a sus discípulos del renacimiento de la Congregación de Dios, diciendo: “… vosotros estad preparados,
porque en un momento que no pensáis, llegará el Hijo del hombre. Pedro le dijo:
‘Señor ¿Dices esta parábola para nosotros o para todos?’ El Señor respondió: ‘¿Quién
es el administrador fiel y prudente, que el señor pondrá sobre su
servidumbre para darles el alimento a su debido tiempo? Dichoso el siervo que
su señor encuentra haciéndolo así cuando llegue”. Lucas 12:40..43
8 Jesús había enviado
sus discípulos a un mundo alejado del conocimiento de Dios, de modo que todas
las gentes tuviesen la verdad al alcance de la mano como un don gratuito, como
un regalo. Por esta razón el apóstol Pedro escribe: “Ahora comprendo que en
realidad, no hay para Dios favoritismos, si no que él ve con agrado a los que
en toda nación le temen y actúan con justicia”. Hechos 10:34..35 A pesar de
las imperfecciones innatas en los hombres, Yahúh acepta con amor a quienes aman
la justicia y le buscan con sinceridad, y se acerca a ellos a través de su
palabra para enseñarles a elevar sus miras y sus deseos.
El rey David escribió: “¿Quién es cómo nuestro
Dios Yahúh, aquel que habita en las alturas, aquel que se inclina para mirar
los cielos y la Tierra? Él levanta del suelo al pobre y alza del estercolero al
necesitado, para hacer que se sienten con los príncipes, junto a los príncipes
de su pueblo”.
Salmo 113:6..8 Recordando estas palabras, Jesús dijo a los que le
escuchaban: “Felices los que buscan lo espiritual, porque de ellos es el
Reino de los Cielos”; Mateo 5:3 y les aconsejó: “Buscad primero su reino y su justicia, y todas
las demás cosas se os darán por añadidura”. Mateo 6:33
9 Para alimentar
nuestro espíritu con el espíritu de Dios, es necesario realizar el esfuerzo de
estudiar y leer personalmente la Escritura, meditar en sus enseñanzas y
relacionarse con personas que quieran servir a Dios con la verdad y sin
prejuicios, asistiendo habitualmente a las reuniones de congregación;
porque del mismo modo que sin cuidado ni alimento, el cuerpo se debilita y
muere, sin alimento espiritual, también se debilita nuestra fe y morimos
espiritualmente, pues como dijo Jesús en respuesta al tentador: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios”. Mateo 4:4
Valoremos pues las
provisiones espirituales que recibimos de Yahúh, porque son el alimento que él
suministra a quienes le aman y confirman que cuida con amor de quienes desean
acercarse a él.
¿Recordamos tal vez lo
que comimos hace seis meses o siquiera seis semanas? Seguramente no, pero fuera
lo que fuese, nos suministró el alimento necesario para sostener la vida y
desde entonces es probable que hayamos vuelto a comer varias veces las mismas
cosas; pues bien, lo mismo ocurre con el alimento espiritual que recibimos,
porque seguramente no recordamos todos los detalles que escuchamos en las
reuniones de congregación y también es probable que más de una vez se presente
información similar, pero aun así, no deja de ser un alimento fundamental para
sostener nuestro bienestar espiritual.
10 La asistencia a las
reuniones nos proporciona la oportunidad de demostrar el amor que sentimos por
nuestro hermanos, mientras nos “consideramos unos a otros para incitarnos al amor
y a las obras excelentes”. Hebreos 10:23..25 El hecho de prepararnos para
participar en ellas fortalece nuestra fe y beneficia la de los demás, pues tal
cómo hay personas que comen con dificultad, las hay también que necesitan
constante estímulo para nutrirse espiritualmente. Esforzándonos en favor de
nuestros hermanos, contribuiremos a “que cada uno, sabiéndose hijo adoptivo de Dios,
pueda alcanzar la unidad en la fe y llegar a una madurez que esté al nivel del
Cristo”, Efesios
4:13 de modo que todos puedan tener “sus facultades de percepción entrenadas, para
discernir lo que está bien y lo que está mal”. Hebreos 5:14 De este modo, todos
alcanzaremos la condición que pidió Jesús para los que ponen fe en él a través
de la Palabra escrita, cuando rogó a su Padre: “… para que ellos sean uno así como
nosotros somos uno. Yo en unión con ellos y tú en unión conmigo, para que ellos
estén perfectamente unidos”. Juan 17:21
Ayudémonos unos a otros
a caminar unidos en el camino de la verdad y no olvidemos que “Todos nos presentaremos individualmente
ante el tribunal de Dios … En aquel día cada uno de nosotros rendirá cuentas
ante Dios de sí mismo”. Romanos 14:10..12
Cuidemos de nuestra espiritualidad
11 El Creador que Pablo
llama “el
Dios feliz”,
1Timoteo 1:11 hizo a sus hijos para que gozasen de una felicidad que no
procede de la abundancia de bienes materiales, de cosas que solo pueden
satisfacer a quienes “consideran felicidad el placer de un día”. 2Pedro 2:13 Dios sabe bien las cosas
que sus hijos necesitan y no carecerán de ellas, pero la felicidad verdadera
reside en el corazón, se apoya en la esperanza fidedigna de una vida perpetua,
“en unos
nuevos cielos y en nueva Tierra que alberguen la justicia”, 2Pedro 3:13 que
solo puede alcanzarse mediante el propósito de Dios.
Jesús aconsejó a los que
desean seguirle y buscan su enseñanza: “Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas.
Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. Mateo 11:29..30 Prometiéndoles la
bendición de su Padre con estas palabras: “Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo
en mis pruebas, y yo por mi parte, preparo para vosotros un Reino como mi Padre
lo ha preparado para mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os
sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel”. Lucas 22:28..30
De modo que mientras esperamos el cumplimiento de estas promesas, tengamos “siempre, mucho que hacer en la obra del Señor”, 1Corintios 15:58
y recibiremos muchas bendiciones que ni siquiera imaginamos.
12 Los apóstoles y los
primeros discípulos de Jesús así lo hicieron; aunque no tenemos noticia de los
hechos de todos ellos, se han conservado en las Escrituras, algunos testimonios
de su incansable actividad. Pedro, por ejemplo, emprendió en el año 36 de
nuestra era, un viaje hacia la llanura de Sarón. Se detuvo en Lida, continuó
luego hasta el puerto de Jope, retornó a Cesárea donde predicó a Cornelio y a
sus parientes y amigos, y tuvo un extraordinario privilegio de abrir el camino
de Cristo a los primeros creyentes gentiles incircuncisos que recibieron el don
del espíritu santo como herederos del Reino. Mientras vivió, viajo llevando la Buena Nueva de Cristo a los judíos residentes en lugares lejanos, mientras curaba
enfermedades e incluso devolvía la vida a personas que habían muerto.
Y también Pablo recibió
de Jesús el gran privilegio de ser el apóstol de las naciones y de realizar
obras potentes, pues también él sanó a tantos enfermos y resucitó a personas
que habían muerto. Su actividad fue incansable, durante su vida viajó sin tregua
visitando las congregaciones que había ido estableciendo, y escribe a la que
estaba en Roma: “Tengo pues razones para alborozarme en Jesús Cristo con respecto a
las cosas de Dios, pero no quiero hablar de nada que no sea lo que Cristo ha
obrado a través mío, por palabras, obras, y potentes prodigios y señales
mediante el poder del espíritu santo, para que las personas de las naciones se
hagan obedientes. He llevado a cabo la proclamación de la buena nueva del
Cristo en un itinerario que va desde Jerusalén a la Iliria … pero en estas regiones ya no tengo campo de acción y desde hace años siento un gran
deseo de ir a veros, de modo que espero poder hacerlo cuando vaya de paso hacia
España, para que después de haber gozado hasta la saciedad de vuestra compañía,
pueda, con vuestra ayuda, encaminarme hacia aquella región. Ahora estoy a punto
de viajar a Jerusalén para prestar un servicio a los santos, porque en la Macedonia y en la Acaya se ha hecho una colecta en favor de los santos de Jerusalén que están
en la pobreza”. Romanos 15:17..26
Y que decir de
discípulos cómo Bernabé, Lucas, Apolo, Timoteo, Silvano, Tito y tantos otros,
que le acompañaron, le sostuvieron y le ayudaron en su actividad.
13 Juan escribe
refiriéndose a Jesús, que “quien afirme que está en unión con él, debe caminar como caminó él”; 1Juan 2:6 y
Pablo exhorta a los que quieren seguir sus pasos: “Profesemos la verdad con
amor, y
vayamos creciendo en armonía con Cristo”. Efesios 4:15
La fe en la verdad ayudó a los antiguos
discípulos de Cristo a no perder la felicidad a pesar de las dificultades que
encontraron en su camino; si en nuestra vida ponemos esta fe en primer lugar,
también nosotros sentiremos su misma felicidad, sabiendo que “Dios hace cooperar todas
sus obras para el bien de los que le aman, o sea, de aquellos que él ha llamado
según su propósito, que son los que desde el principio ha reconocido y ha
designado para ser modelados a semejanza de su Hijo, para que él sea el
primogénito de muchos hermanos”. Romanos 8:28..29 Para los que le aman y han puesto
fe en sus designios ¿Puede acaso haber alguna cosa más valiosa y un mayor
honor?