Inscripción de Siloam

    La inscripción de Siloam conmemora la construcción de un túnel que fue construido por el rey Ezequías, en el séptimo siglo antes de nuestra era, para llevar el agua de la fuente de Gihón hasta la piscina de Siloam en Sión, el núcleo de la antigua Jerusalén.

    Este escrito redactado en caracteres paleo-hebreos, que resulta uno de los más antiguos de este tipo, pasó inadvertido a pesar de que la galería, descubierta en 1880, había sido examinada por eminentes arqueólogos, cómo Edward Robinson, Sir Charles Wilson y Sir Charles Warren.
De acuerdo con el Diccionario Bíblico de Easton (1897), la inscripción fue notada por un joven que al pasar por el corredor del la piscina de Siolam, se fijó en las letras grabadas en la pared oriental del túnel, a seis metros de la salida.

    En un intento de robo, la inscripción fue cortada de la pared y hecha pedazos, pero afortunadamente, los fragmentos fueron restaurados gracias al esfuerzo del cónsul británico en Jerusalén, y conservados luego en el Museo del Antiguo Oriente de Istanbul, siendo más tarde descifrados por el profesor A.H. Sayce.

Transliteración al castellano de la inscripción:


1º riga -     … … el túnel( )e esta es la historia de la excavación, cuando
2º riga -      los picos excavaban uno contra el otro y quedaban aún tres cúbitos de excavación(?) … … la voz de uno … …
3º riga -     se oía llamar desde el otro lado, había una resonancia (zedah = palabra arcaica?) en la roca a la derecha y a la izquierda y el día que
4º riga -     el túnel (fue terminado) los cortadores de la piedra excavaron cada cual hacia la otra parte, pico contra pico y
5º riga -     fluyó el agua de la fuente hasta la piscina a través de 1.200 cúbitos ... ... ( ¿y de 100?) ... ...
6º riga -     era la altura … la cabeza de los excavadores

Traducción de la inscripción:


    "Observa el túnel; he aquí el relato de cómo fue excavado. Mientras los mineros cavaban con el pico uno frente a otro, y cuando faltaba cortar solo tres cúbitos de roca, se oyó la voz de uno que llamaba; había en la roca una resonancia que provenía tanto de la derecha cómo de la izquierda. Y en el día que golpeando uno contra otro, pico contra pico, abrieron los mineros el hueco, el agua de la fuente fluyó la distancia de 1200 cúbitos hasta la piscina, ... ... y la altura de la roca sobre la cabeza de los mineros … …".

    Esta inscripción nos la posibilidad de conocer con certeza la conversión del cúbito a nuestro sistema de medición, porque si la galería mide de 1200 cúbitos, cómo se dice, y su longitud es en metros 533,40, dividiendo 53.340 cm. por 1200 cúbitos, resulta que 1 cúbito mide 44,45 cm.

   

    Los arqueólogos han calculado por medio del carbono-14, la edad del material orgánico contenido en el rebozo del túnel, y por medio del uranio-torio, la de las estalactitas formadas en el túnel desde su construcción. Esta datación ha establecido que fue construido unos 700 años antes de nuestra era, dando con esto la razón al relato bíblico e invalidando los argumentos de los que sostenían que había sido construido en el segundo siglo de nuestra era.



    La piscina de Siloam se encuentra pues en Jerusalén, en la parte inferior del flanco meridional del Monte Ofel, ahora al Sudeste de la ciudad y fuera de los muros de la ciudad antigua. Se alimentaba de las aguas de la fuente de Gihón, que fluían a través de dos acueductos:
    El primero -     era el canal de la edad del bronce: un corte tallado directamente en la roca, de 6 m. de profundidad y cubierto con lajas de piedra.
    El segundo -     era el túnel de Ezequías.

Piscina inferior


    Los antiguos testimonios relataban que durante el período del Segundo Templo existía una piscina inferior, más orientada hacia el valle que la primera. Durante el otoño del año 2004, algunos operarios que excavaban en un sumidero cercano al lugar de la piscina, descubrieron algunos escalones en la roca y el estudioso Ronny Reich, junto a Eli Shukron, ambos eminentes arqueólogos, analizaron este hallazgo, siendo en seguida evidente para ellos que los escalones formaban parte del piscina inferior del Segundo Templo.


    Esta otra piscina no es perfectamente rectangular, si no ligeramente trapezoidal, tiene tres series de cinco escalones y dos de ellas conducen a una plataforma intermedia antes del fondo; es evidente que los escalones servían para poder utilizar el agua en sus distintos niveles. Las paredes de la piscina están revestidas de piedra aunque existen restos de un precedente rebozado que ayudaba a contener el agua. Algunas de las monedas encontradas en el rebozado pertenecen a los tiempos de Alejandro Janeo (104 a 76 antes de nuestra era) y otras halladas en el fondo, son del tiempo de las guerras judías de los años 66 al 70 de nuestra era.

    Por el hecho de ser una reserva de agua corriente, seguramente servía a los antiguos hebreos que se dirigían a la ciudad, cómo un lugar de abluciones y purificaciones rituales antes de visitar el Templo. Esta es seguramente la piscina mencionada por Juan en su evangelio en el cap. 9:6..11.